Todas las madres queremos ser las mejores para nuestros
hijos. Queremos estar siempre de buen humor, con ganas de jugar y reír. Tener mil
ideas de actividades súper creativas y educativas para hacer con nuestros
niños, y tiempo para hacerlas. Con la casa siempre impecable y la comida
siempre lista a su hora y perfectamente adaptada a las necesidades
nutricionales de nuestros hijos, verdad?
Además de todo esto, queremos vernos guapas, sin ojeras, con
un pe
inado bonito, las uñas perfectas y las cejas, como mínimo, que no le haga
falta un cortacésped.Pues os aseguro que eso sólo es posible en la imaginación,
o en los dibujos animados como Caillou, en los que los niños juegan solos mientras la mamá hace yoga y el papá prepara la comida. Dónde el

La vida real no es tan ideal...

Eso es la vida real, no es ideal,
pero es la que nos ha tocado vivir.
No podemos hacer nada para remediarlo, pero podemos llevarlo
de mejor o peor forma. Si pretendemos que nuestra vida se parezca a la de
Caillou, nos pasaremos la vida luchando y deprimidas porque no lo
conseguiremos. Seamos realistas, no podemos tenerlo todo, prioricemos. Lo más
importante son los niños, pero todo a su alrededor tiene que funcionar
medianamente bien, seamos sinceros. Tenemos que estar felices y contentas, para
trasmitir esa felicidad a nuestros hijos.