Llevo tiempo sin pasarme por aquí, sin publicar,
desaparecida.
Tengo muchas ideas de posts, ganas de retomar el ritmo… pero
cuando llega el momento, no me
pongo. Encuentro otra cosa que tengo que hacer y
no logro encontrar el momento óptimo para ponerme con el blog.
No quiero abandonar el blog, pero algo pasa.
El otro día, hablando con una amiga sobre lo que me pasaba,
me hizo unas preguntas que fueron claves para entenderlo.
¿Por qué elegí ese nombre?, ¿Qué me llevó a empezar un
blog?, ¿Qué ha cambiado para que ya no me llene?...
Así que me puse a pensar y recapacitar, a buscar el porqué
no encontraba el momento de escribir, a intentar encontrar la motivación que
tenía cuando cree el blog.
El nombre del blog, El Rinconcito de Mamy, vino por “el
rincón de pensar” del cole. La idea era esa, que fuera un lugar donde pensar,
donde ver en qué me había equivocado y dónde podía mejorar como madre.
Estaba un poco saturada, la verdad. El blog fue una válvula
de escape.